Problema planteado: En el poder judicial, existe un arduo camino del cheque sábana que cobra alguien que termina un juicio. El juzgado
luego de pasar el expediente por varios despachos y niveles de decisión, emite finalmente uno o varios cheques discriminando lo que debe
cobrar el beneficiario, el abogado y otros intervinientes. Todo esto es manual y lleva a colas en el banco para cobrar por ventanilla.
Solución que desarrollamos: Un sistema privado de banca judicial, que permite al juzgado hacer el seguimiento digital del expediente,
terminando en transacciones electrónicas que transfieren los montos desde las cuentas judiciales del banco hacia los destinatarios en forma
automática. Cumpliendo con las medidas de seguridad digital que exigen las entidades bancarias.